viernes, 19 de julio de 2013

El reto de Dios

Un pueblo a las afueras de Europa como la mayoría era muy religioso
El gran Vermeer era respetado por todos ya que era una persona muy sabia
Yo me llamo Jesé y soy un joven muy callado, no tengo ningún amigo a decir verdad tengo uno; pero no esta conmigo
Todos los días desde que tengo memoria los padres y madres se juntaban la Iglesia a quien sabe que
Al terminar el trabajo me dirigía hacia la casa de Vermeer
Hablábamos ya que siempre me ha gustado hablar con las personas grandes por que saben muchas cosas que yo todavía no
Por alguna razón Vermeer dejo de ir a esas reuniones de la Iglesia
El siempre había sido un hombre muy religioso y respetuoso hacia su dios
Por varios días me había dado cuenta de que Vermeer estaba enojado con Dios nose por que
Le pregunte a mi padre que era lo que le pasaba; me contó todo
Su familia había muerto en un incendio hace unas semanas en otra ciudad ya que no vivían con el
Vermeer empezó con los malos hábitos, de  repente empezó a tomar pero a tal punto que quedaba desmayado en al dormitorio.


Llegaba como todos los días, a hablar con el
Me contaba el odio que le tenía a Dios
Así de grande era el amor hacia su familia, así de grande era el odio hacia Dios
Pasaron tres semanas hasta que un día después del trabajo no lo encontré en su casa
Por supuesto me preocupe así que subí a las montañas por que escuchaba unos gritos
Cuando llegue no solo estaba Vermeer estaban todos los padres y madres rodeándolo
Y el gritaba con furor -Dios! Dios de los grandes! Vamos Hashem, Vamos Elohim, Rey de Reyes baja y enfréntame.

Nunca pensé que Vermeer llegara en verdad a retar a Dios; yo nunca me atrevería
Vermeer estaba borracho no sabia lo que hacia
Me acerque a el y le pregunte que estaba pasando
Se levanto me tomo de los hombros y me dijo -Es hora de irme
-Como? pregunte yo
-Los retos de Dios son tan grandes que me es imposible seguir confiando en el; creo pero no confío, exclamo
De pronto las nubes cubrieron la montaña y una terrible niebla en los ojos de todos
Después de un rato Vermeer ya no estaba
Nadie lo volvió a ver, entendí en ese momento que Dios decidió otorgarle un reto para saber si Vermeer mantenía su fe
Vermeer, no paso el reto.

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