Salí de mi casa temprano para poder ir al lugar deseado.
Pintado de rojo y azul con mis 30 billetes en la mano.
Sacaba la bandera que me dio vio nacer, que me crío, que me
vio crecer, que me vio vivir y ahora tal vez me vería morir.
Subí al carro con ¨El Pollo¨, por la ventana sacaba la
bandera que me dio vio nacer, que me crío, que me vio crecer, que me vio vivir
y ahora tal vez me vería morir.
seis Ángeles que de Ángeles no tenían nada, no solo por la
planta con la que caminaban sino por la goma que llevaban sobre ellos, todos
pintados de blanco y con botellas en las manos.
Uno de ellos salto hacia el carro y tumbándose en el mismo
arranco nuestra bandera del asta, en dos minutos paso todo, El Pollo jalo el
freno de mano quito el seguro y grito ¨Que putas, denme esa mierda¨ tres salieron
corriendo asustados por la
Beretta y el gordo grito ¨Pero yo no tengo nada¨, mientras yo
montado en el carro asegurándome de que tuviéramos un buen escape, El Pollo regreso
con nuestra bandera recuperamos nuestra bandera, nuestra bandera, mientras yo
insultaba al del carro de al lado, El Pollo subió y nos fuimos, a dos cuadras
aparecieron seis diablos en tres motos preguntándonos que paso les dijimos ¨Están
a la vuelta¨ las tres motos cruzaron repentinamente a buscar a los seis Albos,
al cabo de cinco minutos ellos estaban detrás de nosotros diciéndonos nadie se
mete con los Rojos¨ iba el un Mazda dorado con la bandera roja y azul escoltada
por tres motos, nos sentíamos como si nosotros fuéramos los directivos.
Nos encontramos con Yoshi con la barba de dos meses, se había
salido del trabajo, yo lo comprendo, cuando se trata de futbol el trabajo no importa.
El Pollo pagó el parqueo, Yoshi las entradas y yo las cervezas,
si las cervezas.
Entramos a nuestra casa siendo reyes aunque el resultado que
nos esperaba no era el mejor estábamos en casa.
Bajo el sol estábamos esperando el pitazo inicial cuando en
el teléfono entro un mensaje ¨Vénganse a palco, yo los entró¨, la mujer de Yoshi,
francesita con dinero nos paso por seguridad, nos sentamos en la primera fila
de la parte mas alta del estadio y pensé que éramos reyes rodeados por
directivos, patrocinadores y gente de mucho dinero, estaba en primera fila diciéndome
¨Estoy en casa¨.